DOMINGO GAUDETE, LA ALEGRÍA DEL ADVIENTO

El 3º Domingo de Adviento se llama Domingo “Gaudete”(“Alegraos”) porque así comienza la antifona de entrada de la Misa.

El Adviento es tiempo de alegría, pues permite revivir la espera del acontecimiento más alegre de la historia: el nacimiento del Hijo de Dios de la Virgen María. Saber que Dios no está lejos, sino cercano; que no es indiferente, sino compasivo; que no es ajeno, sino un Padre misericordioso que nos sigue con cariño en el respeto de nuestra libertad: este es motivo de una alegría profunda que las cambiantes vicisitudes cotidianas no pueden arrancar». (San Juan Pablo II)

Ante la llegada de la Navidad… ¿permito a Dios que me quiera?

El Señor nos dice: “ No temáis” (Lc 2,10). Como dijeron los ángeles a los pastores: “No temáis”. Y también yo os repito a todos: “No temáis”.

Nuestro Padre tiene paciencia con nosotros, nos ama, nos da a Jesús como guía en el camino a la tierra prometida. Él es la luz que disipa las tinieblas. Él es la misericordia. Nuestro Padre nos perdona siempre. Y Él es nuestra paz. Amén”.

¿Me dejo alcanzar por él, me dejo abrazar por él, o le impido que se acerque? «Pero si yo busco al Señor» –podríamos responder–. Sin embargo, lo más importante no es buscarlo, sino dejar que sea él quien me busque, quien me encuentre y me acaricie con cariño. Esta es la pregunta que el Niño nos hace con su sola presencia: ¿permito a Dios que me quiera? (Papa Francisco).