SANTOS FRANCISCO MARTO Y JACINTA

Los hermanos Jacinta y Francisco y su prima Lucía recibieron la visita de la Virgen María en Cova de Iría, en Fátima, entre mayo y octubre de 1917, hasta el 6 ocasiones. Jacinta tenía 7 años, Francisco, 9 y Lucía, 10.

Tras las apariciones, los tres pastorcitos siguieron su vida normal, hasta la muerte de Francisco y Jacinta, en 1919 y 1920 respectivamente. Francisco mostró un espíritu de amor y reparación para con Dios ofendido, a pesar de su vida tan corta.

Las palabras del ángel en su tercera aparición: "Consolad a vuestro Dios", hicieron profunda impresión en el alma del pequeño pastorcito.

Él deseaba consolar a Nuestro Señor y a la Virgen, que le había parecido estaban tan tristes.

Pasaba horas rezando él solo, por lo que siempre fue considerado como un contemplativo.

La vida de Jacinta se caracterizó por el espíritu de sacrificio, el amor al Corazón de María, al Santo Padre y a los pecadores.

Llevada por la preocupación de la salvación de los pecadores y del desagravio al Corazón Inmaculado de María, de todo ofrecía un sacrificio a Dios. Sor Lucía dijo una vez que pensaba que “Jacinta fue la que recibió de Nuestra Señora una mayor abundancia de gracia, y un mejor conocimiento de Dios y de la virtud".

¡Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo! ¡Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan, no te aman!

(Oración que el ángel enseñó a los pastorcitos de Fátima)

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